10 Jan
10Jan

¿Eres la causa o lo dejas todo en manos del automático?


Muchísimas son las veces que vivimos en el automático y creemos que es la vida, el universo o el destino el motivo principal de nuestros efectos.

Quiero aclarar que si bien es mucho lo que se nos escapa de nuestras manos, tenemos que ser responsables de nuestras decisiones y acciones porque en esa responsabilidad radica el poder de cambiar nuestras vidas.

¿Cómo saber cuál es mi responsabilidad? Mira hacia atrás con calma, honestidad,  compasión y libre de juicio. Revisa cómo llegaste a cada lugar en el que estás hoy.

Puede ser que tu pareja no sea lo mejor para ti pero recuerda que lo/la elegiste y tuviste el tiempo para conocerle y saber cómo era, los límites o falta de ellos, de hecho puede que sigas con esa persona o quizás no, pero tardaste mucho en tomar la decisión de la separación. 

Todo eso forma parte de la responsabilidad y de ser causa de la mejor relación o la peor que tuviste.

Quizás sea en lo laboral y estés en un trabajo que ya no es para ti. Evidentemente a todos nos ha tocado estar en empleos que sentimos que no es para nosotros o no es lo que queremos pero nos mueve la necesidad y aun así somos los responsables de esa causa y su posterior efecto.

¿Y entonces qué hago con esto? La responsabilidad pareciera un castigo cuando este es poder. Si yo salgo del rol de víctima o culpable y me posiciono como responsable, subo unos cuantos peldaños y tengo desde ahí el poder cambiando las decisiones, las actitudes y la visión.

Soy responsable de mi vida, de las decisiones por tomar e incluso las que tomé, nada está perdido incluso cuando ya tienes los pies en el lodo. 

Respira, no te juzgues, sé compasivo porque hiciste en ese momento lo que podías y sabías y desde ahí pon claro el panorama. Deja en ese momento de etiquetar a los malos, a los buenos, a los que te hacen o te hicieron. 

Posiciónate visualmente desde un lugar aparte y más alto y sólo observa-obsérvate como quien ve una película. Entonces desde ahí disociándote y desde esta otra posición puedes encontrar soluciones. 

Si se te complica aún, de seguro has de tener a alguien que admiras y que suele ser una persona asertiva para enfrentar casi todo. 

Piensa en esa persona por un momento, imagina que estás en un cine y ella ahí en su rol. Nota cómo actúa, como suele responder, cómo piensa. ¿Cuáles son esas características que lo llevan a ser resolutivo? anótalo. 

Ahora, no tienes que hacer cambios radicales pero si eres de ese tipo de personas bienvenido sea ¡Actúa! 

Pero si eres más del paso a paso, entonces no te atormentes, acéptate como eres y permítete asumir pequeñas acciones que te lleven a ser más como esta persona. 

Empieza un paso a la vez, ten pequeños logros que te llenen de seguridad y luego pasa a otra acción un poco más grande y así sucesivamente.

Otra herramienta a incorporar es anotar lo mismo que sueles hacer e incluso las peores cosas que se te ocurran. Parece alocado pero en el momento en que se te presente una situación ya tienes todo un panorama de tu automático y las peores decisiones a tomar lo cual evidentemente evitarás y pasas a ser esa persona que admiras o esas características que pensaste que podrían servirte en una de autorreflexión.

Todo implica ser consciente y hacer. Hay personas que dicen que tan sólo hay que fluir y no pensar tanto pero cuando observas su vida notas que “fluyen" pero cual barquito sin timón ni remos entre tanto caos y mala gestión.

Permítete experimentar una nueva forma en un tiempo prudencial y notarás que en cada paso algo diferente ocurre. 

Es un eslabón conectado a miles de eslabones más que aunque no los veamos están y van a repercutir para bien. Confía que es así, confía en ti.

Te abrazo fuerte.

Caro

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